Los fabricantes insisten en conectar todo a Internet, no sólo por una cuestión de telemetría y DRM, sino también por el deseo (ya sincero y abierto) de convertir a sus productos en suscripciones. Coches, parrillas, refrigeradores… «Pagarás por todo y no serás dueño de nada», pero además deberás pedir permiso a la nave nodriza, y […]