Por Antonio Sabán para ThinkBig. Apple es una compañía a la que, por varias razones, se le ha acusado muchas veces de tener la obsolescencia programada como objetivo. Ese hecho fue a más el año pasado, cuando se descubrió que la compañía había reducido, deliberadamente, el rendimiento de dispositivos “antiguos” como el iPhone 6 y el iPhone 6s. Con ello solucionaba un problema de reinicios causado por el mal estado de las baterías de muchos dispositivos.
Pero no era algo nuevo. La llegada de iOS 4 al iPhone 3G mató el rendimiento del sucesor del iPhone original, al igual que hizo iOS 7 con el iPhone 4, el mítico terminal que estrenó los procesadores propios de Apple y la pantalla “Retina”. Tras casos tan sonados como esos, sistemas como iOS 11 ralentizaron de forma evidente casi todos los smartphones y tablets a las que llegaron, hecho que en un par de ocasiones, siendo la de este año especialmente relevante, ha obligado a Apple a lanzar menos novedades, pero mejor optimizadas.
iOS 12se presentó con la promesa de ser mucho más rápido en general, y abriendo aplicaciones en particular, que iOS 11, que ni en su última etapa, más optimizado gracias a actualizaciones tardías, logró ser ejemplar frente a sí mismo y frente a Android. Muchos dudábamos que Apple fuese capaz de cumplir su promesa, sobre todo en smartphones con 5 años en el mercado, como el iPhone 5s, pero la mejoría, existe, y no es poca cosa.
Un youtuber ha comparado dos iPhone …