Peter Oppenheimer, director financiero de Apple en 2006, estaba en la rueda de prensa del tercer trimestre fiscal de EEUU de aquel año. No parecía importarle mucho que prácticamente todas las preguntas estuvieran enfocadas a lo que la competencia estaba haciendo con sus nuevos teléfonos inteligentes.
Es lo que ocurre cuando sabes que tienes el mejor truco en la chistera. Sólo faltaban tres meses para que el iPhone dejara de ser un secreto.
Oppenheimer era cauto pero también seguro y rotundo. Se acercó al micro - más despacio que nunca - miró a los periodistas y dijo, a la pregunta de cómo iban a competir contra Sony y sus otros rivales: "Tenemos mucha confianza en nuestra capacidad para competir en el mercado, y estamos muy entusiasmados con lo que tenemos en la cartera de productos". Todo era parte de un plan.
Una anomalía llamada iPhone
El día que el iPhone se presentó ocurrieron muchas cosas y pocas fueron usuales. Habitualmente, la prensa entraba al centro de convenciones una hora antes del evento. El 9 de enero de 2007, Steve Jobs no permitió que los periodistas entraran a la sala hasta 10 minutos antes de que comenzara la keynote.
"Jobs consiguió que las 4000 personas de la prensa se sentaran en dos minutos, el día de la presentación del iPhone original. La audiencia estaba expectante."
Para Connie Guglielmo, ex-editora en jefe de CNET que tuvo la oportunidad de asistir, todo …