El 6 de junio de 2012 (aunque ya vinimos hablando de él desde 2008) se lanzó IPv6, el Internet Protocol version 6, como principal sustituto del IPv4, ya que las direcciones de este tipo acabaron hace años. IPv6 supone a día de hoy, como leemos en Xataka, algo más del 25% de las direcciones, indicativo de que, posiblemente, no lleguemos a ver una migración completa a este espacio de migraciones IP.
Pese a que lleva tiempo con nosotros, es interesante conocer las mejoras que supone IPv6 frente a IPv4, su estado actual, y para qué vino este nuevo protocolo en sustitución del anterior.
Por qué nació IPv6 y qué mejoras trae
En febrero de 2011 publicábamos lo inevitable, se estaban acabando las direcciones IPv4. Este protocolo, que proporciona espacios de direcciones de 32 bits, tuvo como sucesor al IPv6, que contaba con un espacio de 128 bits, un gran salto cuantitativo. Huelga decir, a modo de recordatorio, que un protocolo de seguridad IP permite garantizar el envío y recepción de paquetes de forma bidireccional a través de las distintas redes.
Un año antes, en 2010, tan solo quedaban el 10% de IPs por asignar, y en el citado 2011 se entregó el último bloque de direcciones disponibles. En total, IPv4 posibilitó 4.294.967.296 direcciones, cifra insuficiente para abastecer a todos los usuarios que requieren una dirección IP. IPv6 vino principalmente para salvar el problema, ya que con su espacio de 128 bits es capaz de albergar 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456 direcciones (340 …