Durante años, Japón ha defendido la caza de ballenas como parte de su cultura, invirtiendo millones en flotas especializadas. Sin embargo, una nueva ambición ha comenzado a tomar forma en sus mares. Un cambio de rumbo inesperado está marcando el inicio de una revolución energética. ¿Por qué Japón está abandonando la caza y qué planea hacer ahora en los océanos?