El Tribunal Supremo reduce la pena después de que haya pasado casi un año entre rejas.
El caso de Jay Y. Lee, vicepresidente de Samsung Electronics y líder de facto del grupo empresarial Samsung desde que su padre sufriera un ataque al corazón, es uno de los que más conmoción han traído a la jerarquizada sociedad surcoreana, donde las grandes empresas tienen un peso muy importante. Lee, una de las cabezas más visibles del gran conglomerado tecnológico, fue acusado el pasado mes de febrero de soborno, malversación y ocultamiento de activos en el extranjero.
Tras pasar 353 días recluido, el Tribunal Supremo ha aceptado la apelación interpuesta por sus abogados y, después de revisar el caso, ha reducido la condena previa de cinco años o dos y medio, poniéndole desde hoy mismo en libertad condicional durante cuatro años. Los demandantes habían pedido hace unos meses que se revisase de nuevo la pena, pero esta vez para aumentar la condena a un total de 12 años.

La compañía no parece haber acusado especialmente su ausencia a nivel económico

"El príncipe heredero", como se conoce a Lee entre los medios del país, volverá de nuevo a tomar las riendas de la compañía después de permanecer un año apartado de una Samsung que no ha acusado especialmente el descabezamiento, habiendo presentado cifras de récord en sus últimos resultados trimestrales. La alternativa que se contemplaba hasta el momento, y que quizá se hubiera puesto en marcha de no haberse dado este desenlace que ha puesto a …