Jim Bridenstine, actual director de la NASA pero en el pasado aviador naval, habla en este vídeo con Nick Hague, el astronauta de la NASA que iba a bordo de la Soyuz MS-10 cuando falló el cohete lanzador y hubo que abortar la misión. Su charla se centra precisamente en el fallo de la misión, fallo que sin embargo, en palabras de Bidenstine, terminó convertido en un éxito porque tango Hague como su compañero Alexey Ovchinin regresaron sanos y salvos a Tierra.
Seguro que Hague lo cuenta de otra forma un tanto más intensa si no lo coges delante de una cámara y en una conversación con su jefe, pero aún así el vídeo está bien (aunque un poco pasado de retórica «como molamos» por parte de Bridenstine.
Dos de los detalles que más me llaman la atención es como Hague estuvo todo el rato hablando en ruso durante la emergencia –aunque seguro que por su cabeza paraban algunos juramentos en inglés– en algo que él atribuye a las horas y horas de entrenamiento para todo tipo de posibilidades; dice que una vez que tuvieron claro que el lanzamiento había fallado tanto él como Ovchinin entraron automáticamente en modo emergencia para poder volver a Tierra sanos y salvos, que en realidad no tuvieron mucho tiempo de pensar hasta que su cápsula aterrizó. Y que salir de una como esa con sólo un par de moretones no está nada mal.
Y tres cuartos de lo mismo puede decirse de los equipos …