Comedido, discreto y resolutivo. A Jony Ive le acompañan muchas cualidades, pero es de sobra conocido, sobre todo, entre los parroquianos de una empresa con forma de manzana, por ser la persona que dio forma a algunos de los productos más exitosos -y revolucionarios- de Apple. De sus manos y su cabeza nacieron las curvas del iPod, el reproductor de música que agitó la industria discográfica.
Pero, luego, también vinieron la estética del iPhone, uno de los productos tecnológicos más revolucionarios de todos los tiempos. O el iPad, aunque tal vez con menor trascendencia. Y muchos recuerdan el papel destacado en la creación de estos iMac de divertidos colores. Como una de sus últimas aportaciones a la causa, dejó parte de su emblema en la revolucionaria sede Apple Park, que más que una sede parece un platillo volante. Ha sido un creativo, además, muy cercano al cofundador de Apple, Steve Jobs.
El estilo de dirección de la compañía también ha cambiado. Era vox populi que Jobs, por ejemplo, era capaz de involucrarse al máximo en el proceso de diseño de los productos, con lo que la figura de Ive despegaba. Y se fortalecía. Algo distinto a la gestión de Tim Cook, que es capaz de delegar más. Apostó por la creatividad, por los diseños más humanos, minimalistas. Y encumbró a la marca a ser reconocida a nivel visual.
Sus diseños, de hecho, impulsaron a la compañía con la entrada del milenio para convertirse en una compañía del …