Esto es lo que ocurre cuando el buen hacer de un actor es capaz de conmover profundamente incluso al cineasta que va a dirigirle en una película.
El cine, más que un simple vehículo para transmitir ideas, es una maravillosa fábrica de emociones; y cuando sus responsables se implican de verdad, por una convicción profunda, en lo que están haciendo,… Seguir leyendo...