Si 2022 se caracterizó primero por una gran renuncia de los trabajadores que quisieron apostar por lugares de trabajo donde encontrar mejores condiciones y luego por los despidos masivos, en el entorno laboral, 2023 podría ser el año en el que las empresas decidieron meter a sus trabajadores en las oficinas (sobre todo apostando por modelos híbridos, al menos hasta ahora). Empezado, curiosamente por las empresas tecnológicas.
En estos meses, las big tech han anunciado su apuesta por un modelo en el que se combinan tres o cuatro días de presencialidad en la oficina y uno o dos de trabajo en remoto.
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Otro de los sectores empeñado en meter a la gente en la oficina son los grandes bancos y entidades financieras, con epicentro en Wall Street con firmas como Citigroup, Bank Of America, Barclays, Deutsche Bank o Morgan Stanley.
La banca se pone estricta
Estas empresas han comenzado a exigir a sus empleados la vuelta a sus escritorios. Aunque ya hay mandatos a este respecto que datan de 2021, hay empresas que ahora se están poniendo más estrictas (como pasa con las tech, teniendo a Amazon como el más claro ejemplo).
Por ejemplo, desde Morgan Stanley, James Gorman, director ejecutivo, dijo en junio de 2021 que "si puedes ir a un restaurante en …