Luego de la controversia sobre el plagio de la diseñadora Isabel Marat de la blusa mixe del pueblo de Santa María Tlahuitoltepec, de Oaxaca, México es oportuno reflexionar sobre la protección que tienen los pueblos originarios sobre su patrimonio cultural.
Lo que empezó hace unos meses con la acusación de plagio por parte de la diseñadora francesa Isabel Marat a la comunidad mixe de Santa María Tlahuitoltepec, específicamente de la blusa tradicional Xaamïxuy, se ha convertido en un verdadero torrente de información, acusaciones y opiniones al respecto; esto luego de avivarse la controversia hace poco tras darse a conocer en diversos medios que la diseñadora había pantentado el diseño y la blusa en sí, y, por tanto, la comunidad mixe tendría que pagar para poder seguir confeccionando estas prendas que han realizado desde hace varios siglos.
Lo cierto es que la información ha sido bastante confusa, en la que incluso acusaron a la compañía, también francesa, Antiquité Vatic de la patente, y dependiendo del medio, a veces a Isabel Marat o a ambas. También se dio inicio a una petición en Change.org llamada 'Lo que es de Oaxaca, se queda en Oaxaca', en la que, al escribir estas líneas tiene 59,420 firmas. En estos ires y venires de información, y hasta el momento, dicha patente no ha sido presentada a la comunidad mixe de Santa María Tlahuitoltepec. Además, recientemente la propia Marat declaró no haber realizado ninguna clase de patente sobre la blusa y los diseños y patrones que la distinguen.
Legislaciones, derechos …