Van a ser el futuro; van a ser tendencia en las próximas décadas; pueden tener aspecto humanoide y hasta resultar entrañables, pero los robots «sociales» tienen una cara oculta y pueden entrañar numerosos riesgos para la privacidad y para la seguridad. ¿Permitirías acceder a un desconocido a tu edificio? ¿y si ese desconocido fuera un robot?. ¿Dejarías a un desconocido hacerte una foto? ¿y si te lo pide un robot?
La empresa de ciberseguridad Kaspersky y expertos de la Universidad de Gante (Bélgica) realizaron un estudio y comprobaron que los robots pueden extraer de forma efectiva información sensible de las personas que se «fían» de ellos. Comprobaron además que la presencia de un robot puede tener un gran impacto en la voluntad de muchas personas, que se inclinan, por ejemplo, por permitirles acceder a un edificio.
Cada vez más, las industrias y los hogares confían en la automatización y en el uso de sistemas robóticos capaces de prestar algunos servicios «sociales», y diferentes estudios apuntan que estos estarán muy extendidos a mediados de siglo, aunque solo entre las clases con un mayor poder adquisitivo. De momento, la mayoría de esos sistemas están en fase de investigación académica pero este estudio ha profundizado en el impacto social y los peligros potenciales de los robots en su interacción con las personas.
El trabajo realizado en la Universidad de Gante se centró en el impacto producido por un robot diseñado y programado para interactuar con personas utilizando «canales» humanos como el lenguaje o …