La luz, el encuadre, los ajustes técnicos... olvídalo, hay otra cosa más importante en la fotografía de retrato
¿Cómo se consigue un buen retrato? Algunos dirán que necesitamos emplear un determinado encuadre o utilizar ciertos valores de exposición. Y las reglas pueden ser útiles, pero no son determinantes. Del mismo modo que España no ganó el Mundial de 2010 por usar un 4-4-2, el éxito en la fotografía no se limita a seguir una teoría de aquello que supuestamente es correcto. Hay algo más.
Steve McCurry no consiguió el retrato de la “niña afgana” solo adecuándose a ciertos patrones estilísticos. Tampoco Dorothea Lange captó la crudeza de la Gran Depresión únicamente apuntando a la miseria con el objetivo de su cámara. Existe algo que suele escapar de todo libro o incluso conocimiento. Se suele hablar del apartado técnico necesario para obtener una buena imagen, pero no de otro que quizá sea más importante: el humano.
Aunque podemos tender a creer que el periodismo se encuentra vinculado a la objetividad, eso es una falacia. Es imposible que hablemos de algo neutro cuando tras los textos existen personas que los escriben. En la fotografía ocurre algo similar. Es el reportero quien decide dónde apuntar y cómo hacerlo, seleccionando con ello un breve fragmento de la inmensa realidad.
Créditos: Dorothea Lange
Por ello, el autor de la imagen es también una parte activa en la fotografía de retrato, no solo por la forma de hacerla, sino también por su mera presencia y los lazos que le unen con …