Tras el anuncio del nuevo acuerdo de compra de Air Europa por parte de Iberia a principios de este año la operación fue comunicada a los servicios de Competencia de la Comisión Europea el pasado 25 de mayo para su preceptiva autorización. Pero en lugar de autorizarla sin más la Comisión ha decidido abrir una investigación en profundidad sobre ella.
La principal preocupación es que la operación propuesta pueda reducir significativamente la competencia en los vuelos entre setenta pares de ciudades de origen y destino dentro de España y hacia o desde este país entre los que las dos aerolíneas ofrecen servicios directos. De hecho IAG –la empresa matriz de Iberia– y Air Europa son las dos únicas compañías aéreas que las explotan varias de estas rutas. Y la Comisión tampoco tiene claro que en el resto de rutas en las que operan otras aerolíneas su competencia pueda ser suficiente.
Otra preocupación es el posible efecto de la operación propuesta en las rutas en que otras compañías aéreas dependen de la red nacional y de corta distancia de Air Europa para sus propias operaciones en el aeropuerto de Madrid y en otros varios aeropuertos de la UE. Sin los vuelos de enlace de Air Europa la Comisión teme que varias compañías aéreas puedan decidir suspender sus servicios a destinos internacionales también explotados por IAG, con lo que se reducirían las posibilidades de elección de los viajeros.
Los servicios de Competencia tienen 90 días desde que les fue comunicada la operación …