La contaminación atmosférica es un tema que preocupa al gobierno y a los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México desde hace más de tres décadas. Para hacerle frente al creciente problema, se han implementado diferentes medidas que parecen nunca ser suficientes.
Entre ellas encontramos la reformulación de las gasolinas, la verificación obligatoria, el programa Hoy No Circula, la reubicación de industrias, campañas de educación vial, programas de restauración y conservación de áreas verdes y cambios a la normatividad, entre otros.
La Secretaría del Medio Ambiente divide en cuatro categorías principales las fuentes contaminantes: las puntuales, las de área, las móviles y las naturales. Las fuentes puntuales incluyen a las industrias, los comercios y los servicios regulados; las fuentes de área están conformadas por instalaciones pequeñas y numerosas pero cuyas emisiones en conjunto son considerables, como por ejemplo, las domésticas, las de combustibles, solventes y residuos agrícolas y ganaderos. Las fuentes móviles no son otra cosa que cualquier transporte automotor que circula por las vialidades, mientras que las emisiones de fuentes naturales son las producidas por los procesos propios de la vegetación y de los suelos.
Consumo energético en la Ciudad de México
Como bien sabemos, los esfuerzos para reducir la contaminación ambiental están enfocados principalmente en las fuentes móviles por dos motivos: son causantes del 60% del consumo energético de la Ciudad de México y son los que generan el 78% de partículas de óxido de nitrógeno, contaminante que junto con los compuestos orgánicos …