Málaga, Madrid, Zaragoza, Barcelona… De la mano de la digitalización, los patinetes han llegado a España para quedarse y la incertidumbre que nació cuando diferentes marcas europeas penetraron en el mercado español se ha ido disipando a golpe de uso. De hecho, la capital cuenta ya con más de 8.000 licencias, y ciudades como Málaga integran una flota de más de 2.000 microvehículos eléctricos.

El futuro se antoja muy prometedor, ya que por cada 30 patinetes que hay en la calle, creamos un empleo fijo más. A día de hoy ya hay más de una veintena de marcas operando en nuestro país y los datos de uso de estas plataformas se están disparando. La receta del éxito es una generación mucho más comprometida con el medioambiente, los bajos costes de uso y, sobre todo, una sociedad completamente digitalizada.

La tecnología es la gran culpable del éxito de los modelos colaborativos y de la eficaz penetración de este nuevo sector. Ya sucedió con los coches y motocicletas eléctricas, con los viajes compartidos, con los servicios de reparto a domicilio, con el aprendizaje electrónico… Y ahora con los microvehículos.

Las nuevas tecnologías han propiciado la interconexión de los usuarios, el reporting de información continuo (el usuario puede saber en tiempo real la oferta disponible de patinetes), la adquisición inmediata (en tan solo un par de clicks), la integración de un servicio en un solo dispositivo… En definitiva, la transformación digital se ha convertido en el mecenas de estos modelos colaborativos.

Pero… …