El equipo de Opportunity está pasando horas de angustia debido a una enorme tormenta de polvo –tiene una superficie más grande que la de los Estados Unidos– que tiene al rover sumido en la oscuridad, lo que es todo un problema para un vehículo que funciona con energía solar.
La tormenta es tan densa que las cámaras de a bordo no son capaces de ver el Sol a pesar de haber tomado imágenes sin los fitros solares. El índice tau que mide su opacidad era de 10,8 el domingo 10 por la mañana. Una tormenta a la que Opportunity sobrevivió a duras penas en 2007 alcanzó un tau máximo de aproximadamente 5,5.
Detectada por primera vez el pasado 1 de junio por la Mars Reconnaissance Orbiter la tormenta actual se ha ido intensificando de tal modo que el pasado día 6 el equipo de la misión se vio obligado a suspender todas las operaciones para ahorrar toda la electricidad posible.
Simulación de lo que «ve» estos días Opportunity a partir de imágenes reales de la tormenta de 2007. A partir de tau = 8 ya es oscuridad casi absoluta – vía Doug Ellison
El problema es que estas tormentas pueden durar semanas, o incluso meses, así que preocupa muy seriamente que las baterías de Opportunity se descarguen antes de que la tormenta aclare lo suficiente como para que sus paneles solares puedan volver a producir la suficiente electricidad como para cargarlas.
Y sin electricidad en las baterías no pueden funcionar …