En sus escasos 3 años de vida, Apple Pay se ha convertido en uno de los casos de estudio más interesantes de la compañía de la manzana mordida. Su vicepresidenta Jennifer Bailey está llevando a cabo una estrategia para Apple Pay que tiene sus orígenes en los lanzamientos de iTunes y del iPhone original. Una que recuerda enormemente al infame "Embrace, Extend, Extinguish" acuñado por Microsoft en la década de los 90, aunque no tan destructiva.
Un déjà vu llamado iTunes y iPhone
A comienzos de los 2000, la situación en los sellos discográficos era desesperada. Napster había mostrado al público que no hacía falta comprar discos para escuchar música, pudiéndola descargar gratuitamente por internet. Después de intentar crear varias plataformas legales de descarga de música en 2002 y fracasar, Apple entraba en escena.
Con el iPod lanzado en octubre de 2001, la compañía de Cupertino consiguió convencer a los sellos musicales para participar en su tienda de iTunes. La iTunes Store veía la luz en abril de 2003, donde un usuario necesitaba introducir su tarjeta bancaria para adquirir tanto álbumes como canciones sueltas. Esto último lo intentaron las discográficas por su cuenta, pero se vieron avasalladas por grandes artistas que no estaban de acuerdo con la distribución de royalties.
La iTunes Store fue una apuesta arriesgada para Apple y casi sin riesgo para los sellos de música
Apple se presentó como una alternativa con bastantes exigencias (comisión del 30%, venta de canciones individuales) pero menor. Algo que en …