Creo que no seré el único que esté convencido de que todavía les falta algo. Pero teniendo en cuenta el estado actual de la cuestión, y sobre todo a raíz de los comentarios de las «caras familiares» que retornaron en Star Wars: Rogue One, este vídeo sobre cómo se crean las caras digitales –normalmente de unos actores sobre otros, a veces con efectos de rejuvenecimiento– merece un buen repaso.
Entre otras caras que han aparecido en películas de éxito están el general Grand Moff Tarkin de Star Wars: Rogue One, Brad Pitt en La curiosa historia de Benjamin Button, Arnold Schwarzenegger en Terminator Genisys, Paul Walker en Fast & Furious 7 y Jeff Bridges en Tron Legacy. La lista es larga.
Desde luego la tecnología ha evolucionado mucho: captura de movimiento, modelos 3D más detallados, texturas, iluminación… En fin, todo lo imaginable. Pero ese toque final que elimine el efecto valle inquietante que a día de hoy sigue dejando un poso artificial todavía no se ha alcanzado.
¿Qué sucede entonces cuando la gente sale Rogue One y muchas personas dicen no haber visto los CGI del general Tarkin o Leia Organa. Creo que la razón es que mucha gente simplemente desconoce o no aprecia lo suficiente las escenas para distinguir los CGI de las imágenes reales – y cada día es más complicado. Es como cuando ves una película antigua y dices «¡Aggg! Qué malos eran aquellos los efectos especiales» pero no recuerdas haber dudado de ellos en su …