Uber ha sufrido una descomunal filtración (18,7 GB) de documentos internos: en torno a 124.000 de ellos (83.000 de ellos correos electrónicos), que cubren el período 2013-2017 y que, básicamente, revela una historia de actividades de lobby y de violaciones de la ley… incluyendo la existencia de un 'botón de pánico' para sortear redadas, y de un mecanismo de 'geofencing' que alteraba los resultados de la app para evitar recibir multas.
Esta filtración, a la que ha tenido acceso el diario británico The Guardian y —a través de éste— todos los medios integrantes del ICIJ (Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación), detalla tanto conversaciones internas entre directivos de Uber, como interacciones entre éstos y funcionarios gubernamentales de 30 países, durante un período en el que Uber estaba en auge y empezaba a enfrentarse al rechazo tanto de los reguladores como del sector del taxi.
Hablamos también de la época en que Uber seguía dirigida por su cofundador Travis Kalanick, famoso por haber adoptado una estrategia 'agresiva' en lo que respecta a la implantación internacional de su compañía, lo que se tradujo desde violaciones reconocidas de las normativas locales como el gasto de hasta 90 millones de euros al año en relaciones públicas con el fin de atraerse el apoyo de líderes de todo el mundo.
"A veces tenemos problemas porque, bueno, simplemente somos jodidamente ilegales"
Ripley y Greyball, el juego sucio de Uber contra las autoridades
Su 'botón del pánico', conocido internamente como 'Ripley', era capaz de …