De vez en cuando, alguna situación cotidiana, típicamente relacionada con trámites burocráticos, te llevan a retrotraerte al siglo pasado y a darte cuenta del enorme absurdo que suponen algunas prácticas aún no erradicadas debido fundamentalmente a la costumbre, pero que hace mucho tiempo que deberían estarlo. Para mí, la más clara de todas ellas es …