La última renovación de los MacBook Pro, que llegó por sorpresa en pleno verano cuando menos nos lo esperábamos, ha sido muy agradecida. Por fin, los portátiles profesionales de Apple incorporan los núcleos Intel de octava generación y traen los cuatro núcleos en las 13 pulgadas y los seis núcleos en las quince pulgadas.
Sin embargo, esa potencia se ha hecho notar en el debate del llamado Thermal Throttling. Pedro Santamaría ya nos ha explicado el problema al detalle y Apple ya lo ha resuelto, pero la clave es simple: la potencia queda limitada cuando quieres colocarla en un ordenador extremadamente delgado y ligero. Así que viendo cómo Apple cada vez adelgaza más los MacBook Pro, nos preguntamos: ¿qué tiene pensado Apple para este ordenador a partir de ahora?
Cuando un milímetro de grosor implica demasiado sacrificio
Es algo que ya estaba oyendo de muchos aficionados con el diseño de la generación anterior de los MacBook Pro: "por mí, que no lo hagan más delgado y así pueda ser más potente y tenga mejor refrigeración cuando lo mejoren". Apple ha llegado a un punto con el grosor de sus portátiles en el que más de uno opina que en los modelos profesionales quizás se haya llegado a un máximo.
Ahora mismo el MacBook Pro mide 1,49 centímetros de grosor, pantalla incluída. Los ingenieros de la compañía se las han arreglado para colocar ahí los últimos procesadores de Intel y mantener la misma carga de batería, reduciendo el espacio que ocupa …