La campaña presidencial en Estados Unidos no podría ser más histórica a la par que extraña. No hay mejores ejemplos que el intento de asesinato al ya oficialmente candidato republicano Donald Trump o la crisis de reputación del aún presidente Joe Biden y que podría suponer una renuncia inminente en su carrera hacia la reelección. Son dos candidatos enfrentados en muchos ámbitos, pero que si observamos sus posiciones frente a China, van ciertamente de la mano.

Ya sea Trump siendo reelegido ocho años después o Biden (o alguien cercano de su administración), ambos tienen al país asiático en el punto de mira y Apple es una de las compañías que con más interés lo observa. Especialmente porque ya hay datos que muestran problemas para la compañía en suelo chino.

Frenar a China, una cuestión de estado

Las presiones de Estados Unidos contra China se llevan intensificando varios años, ya desde que el nuevamente candidato Trump fuese presidente del país. Lejos de aflojar, las duras políticas arancelarias impuestas por entonces se han intensificado con la administración Biden. Estados Unidos en bloque ve a China como una amenaza y es algo que, parece, permanecerá en cualquier caso.

De la mano de un Partido Republicano que ya le ha nominado como candidato, Donald Trump lidera las encuestas para volver a ser presidente y sus palabras contra China hacen prever que no cederá ni un ápice en sus restricciones.

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