Publicado por:
Neoteo
Publicado en: 22/04/2025 10:44
Escrito por: [email protected] (Lisandro Pardo)
<p>Pocas cosas pueden sembrar terror en el corazón del hombre como <em>los costos de envío</em>. Muchas buenas ideas quedan truncadas por las dificultades de acceso al material necesario, pero eso no detuvo a un tal <strong>Sam Krogstad</strong>, proveedor de la ciudad de Anchorage en Alaska. <strong>A mediados de 1988</strong>, Krogstad <em>envió materiales de construcción</em> a la remota ciudad de Wainwright con un método muy particular: <strong>Por correo</strong>. Cada ladrillo y bolsa de cemento fue procesado <em>de forma individual</em>, ahorrando cientos de miles de dólares. Obviamente, el Servicio Postal no estaba feliz por la maniobra…</p>