Por Pablo G. Bejerano para Think Big. "Hola, ¿le puedo ayudar en algo?", contesta al teléfono la empleada de un salón de peluquería. Quien ha llamado también tiene un tono femenino, aunque parece como si el sonido tuviera cierto eco cuando habla. Tal vez se encuentre en un sitio con poca cobertura o en una habitación con especial resonancia.
"Hola, le llamo para reservar un corte de pelo de mujer para una cliente", dice la voz que ha llamado. Y, tras una escueta pausa, añade: "Estoy buscando algo para el 3 de mayo". La conversación prosigue con normalidad. La empleada de la peluquería consulta la agenda, le pregunta por la hora, su interlocutora responde y ambas voces fijan la hora tras una serie de preguntas y respuestas.
Esta conversación se hizo pública en la pasada Google I/O, la conferencia de desarrolladores de Google. Y el motivo de que se reprodujera es su peculiaridad. La peluquera no hablaba con una persona sino con un robot. El interlocutor con eco, aunque con voz femenina, era la nueva inteligencia artificial de la compañía, llamada Google Duplex. Entre las novedades que incluye el nuevo software está el poder hacer llamadas.
Son llamadas sencillas, como esta: pedir cita en la peluquería. Es un trámite que se podría hacer a través de Internet, si el establecimiento contara con una página web con agenda virtual. En ese caso, el asistente podría navegar a través del sistema y programar la cita. Pero pocos pequeños comercios cuentan con facilidades así.Para muchas …