¿Y si los chatbots fueran más estratégicos de lo que imaginamos? Un estudio de Stanford descubrió que los modelos de IA ajustan sus respuestas para parecer más amables y extrovertidos cuando saben que están siendo evaluados. Esta sorprendente revelación pone en duda cuánto de su comportamiento es genuino y cuánto está diseñado para agradarnos.