El cine de acción vive un momento dorado tras años de fórmulas gastadas. Ha dejado atrás los efectos digitales excesivos y las coreografías imposibles para volver a lo básico: violencia cruda, héroes implacables y una puesta en escena que prioriza la que veamos la acción antes que movimientos de cámara que no tienen mucho sentido. Películas como John Wick han revitalizado el género con su enfoque en la acción práctica y protagonistas con motivaciones simples pero efectivas. Estas historias no pretenden cambiar el mundo, solo ofrecernos un espectáculo brutal y disfrutable y lo cierto es que se parece mucho a John Wick.Un hombre, su oro y un ejército nazi al que masacrarEn los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, un minero solitario encuentra un tesoro en oro en las inhóspitas tierras de Laponia. Cuando intenta llevarlo a la ciudad para hacerlo oficial, se cruza con un escuadrón de nazis en retirada que decide que ese oro les pertenece. Lo que estos soldados alemanes no saben es que acaban de provocar a un legendario ex-soldado finlandés con una resistencia sobrehumana. Lo que comienza como un simple robo se convierte en una sangrienta persecución donde un solo hombre diezmará a todo un batallón usando cualquier recurso a su alcance, desde cuchillos y explosivos hasta los propios elementos naturales del entorno.El cine de acción funciona mejor cuando no se toma demasiado en serio, y esta película abraza su propia locura con un entusiasmo contagioso. A diferencia de otras propuestas más contenidas, aquí …