El reciente escándalo en Estados Unidos, en el que varios miembros de la administración Trump utilizaron Signal para coordinar comunicaciones sensibles sobre bombardeos en Yemen con funcionarios federales, subraya una paradoja interesante: los gobiernos desconfían de las plataformas cifradas, pero terminan usándolas (mal, en este caso) cuando realmente pretenden obtener privacidad. Signal fue adoptado por …