La buena noticia es que el Telescopio Espacial James Webb pasó con éxito su revisión de preparación para el lanzamiento y todo está listo desde el punto de vista técnico. La mala es que después de sufrir retrasos por múltiples motivos, y casi como no podía ser de otro modo, también la meteorología, ese gran imponderable en los lanzamientos espaciales, ha retrasado el lanzamiento. Por ahora hasta el 25 de diciembre –sí, el día de Navidad– a las 13:20, hora peninsular española.

Pero las predicciones no son muy halagüeñas, así que lo del 25 está por ver. La NASA, la ESA, la CSA y Arianespace están evaluando opciones para decidir cuándo sacar el cohete a la plataforma. Pero si se mantiene la fecha del 25 el desplazamiento tendría que ocurrir como muy tarde el 23 para que dé tiempo a hacer las comprobaciones necesarias. Mientras el Webb espera tranquilamente ya encapsulado en su cofia protectora.

El problema no está en la lluvia sino en la posibilidad del impacto de un rayo y en la fuerza del viento según el cohete va subiendo. Aquí se explican (en francés, pero con subtítulos que YouTube traduce sin problemas) los parámetros que se vigilan desde el punto de vista de la meteorología de cara a autorizar un lanzamiento o no:

Lo de insistir en lanzar en Noche Buena (ya no) o en Navidad puede sonar un poco raro. Y es que el punto de Lagrange L2 del sistema Sol–Tierra al que va a viajar …