En noviembre de 2021, la NASA lanzó la misión Prueba de Redirección de Doble Asteroide (DART por sus siglas en inglés), la primera prueba de defensa planetaria a gran escala de la Tierra contra lo posibles impactos de asteroides, con la intención de evitar consecuencias catastróficas de un evento de esta magnitud.
Hasta ahora se había considerado que por el tamaño de la nave en relación a las dimensiones del asteroide, el choque no tendría mayores consecuencias en el objeto, además de un cráter relativamente pequeño, pero ahora una investigación de la Universidad de Berna y el Centro Nacional de Competencia en Investigación (NCCR) PlanetS, señala que al contrario, este evento podría dejar el asteroide "casi irreconocible".
En el estudio publicado en The Planetary Science Journal, los investigadores mostraron los resultados de simular la colisión de la nave DART con un asteroide para desviarlo de su órbita, descubriendo que el impacto puede deformar su objetivo mucho más de lo que se pensaba hasta ahora.
Dimorphos puede ser muy diferente a como se preveía
La autora principal del estudio, Sabina Raducan, del Instituto de Física y el Centro Nacional de Competencia en Investigación PlanetS de la Universidad de Berna menciona que gracias a la evidencia de misiones como la Hayabusa2 de la agencia espacial japonesa (JAXA) se ha podido demostrar que los asteroides pueden tener una estructura interna suelta, similar a una pila de escombros que se mantiene unida por pequeñas fuerzas cohesivas …