La misión DART, diseñada para desviar la trayectoria del asteroide Dimorphos, logró su objetivo, pero con un sorprendente efecto secundario: cambió la forma del asteroide. Antes con forma de hamburguesa, ahora parece un balón de rugby. Descubre cómo este impacto ha revelado nuevas pistas sobre la formación y evolución de asteroides, y lo que viene a continuación con la misión Hera de la ESA.