Los expertos analizan cómo sería en realidad la psoriagrís, la rara enfermedad de Juego de Tronos.
La patología provoca lesiones y manchas en la piel, además de acarrear graves consecuencias neurológicas.Una de las tramas importantes de Juego de Tronos gira en torno a una terrible y misteriosa enfermedad. El trastorno, conocido como psoriagrís (o greyscale, en inglés), provoca que la piel de los afectados se endurezca y se agriete. La carne también adquiere manchas negras o grises, tomando una apariencia similar a la piedra. Según lo que sabemos hasta ahora, la también conocida como maldición del príncipe Garin afecta especialmente a los niños de climas fríos y húmedos, como le ocurrió a la princesa Shireen Baratheon, hija de Stanis Baratheon. Sin embargo, la psoriagrís no aparece solo en los menores, por ejemplo, durante la anterior temporada, Jorah Mormont también sufrió los efectos de esta extraña patología.
La psoriagrís provoca lesiones cutáneas y la aparición de manchas oscuras en la piel
Según lo que sabemos hasta ahora, el trastorno es muy contagioso, ya que se puede transmitir solo con un simple y único contacto físico entre dos personas. La zona donde aparece la enfermedad es, de hecho, la región donde se inocula la psoriagrís y donde también empiezan a aparecer los primeros síntomas. Pero la facilidad de contagio no se restringe solo al mero contacto físico. La princesa Shireen es un buen ejemplo de ello, pues empezó a sufrir los primeros síntomas a través de una muñeca procedente de Dorne. Por …