Minutos de pánico se vivieron en el Cosmódromo de Baikonur Kazajstán, cuando dos minutos después de haber despegado la nave Soyuz MS-10 reportó una falla en la separación de los cohetes propulsores por lo que “entró en un modo de reingreso balístico, según lo reportaron medios rusos y fue confirmado por la NASA.
En la nave viajaban el cosmonauta Alexéi Ovchinin y el astronauta de la NASA Nick Hague, con quienes nunca se perdió contacto y fueron rescatados en “buenas condiciones” a unos 20 kilómetros al este de Dzhezkazgan, Kazajstán.
«Hemos podido evitar un escenario mucho peor. Este tipo de incidentes exige una investigación de lo más rigurosa con inspecciones en las fábricas. El accidente ocurrió con un cohete con una estadística de accidentes muy baja. Esa es una mala noticia. Por otra parte, funcionó muy bien el sistema de salvamento. Esa es una buena noticia», dijo el director de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos), Dmitri Rogozin.
La misión del Soyuz MS-10 indicaba que tenía que dar cuatro vueltas a la Tierra antes de acoplarse (seis horas después) a la Estación Espacial Internacional y dejar a sus pasajeros. El incidente ha levantado sospechas, dado que Ovchinin y Prokópiev tenían además previsto una caminata espacial el próximo 15 de noviembre, para investigar las posibles causas de un agujero detectado en la Soyuz Ms-09, que produjo una fuga de aire en la ISS. Rusia ha insistido que pudo ser provocada desde el interior.
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La administración de Roscosmos creó una comisión para investigar la causa de la …