Primero fue Airbnb con su versión de lujo y ahora llegan las plataformas para el alquiler de barcos.
Los ejemplos de economía colaborativa, sea o no lo sea, suelen estar enfocados al ahorro de gastos o costes en este u otro sector. Un boom de empresas que se han alojado en esta nueva línea productiva y que, de cumplirse las estadísticas, será la gallina de los huevos de oro de los próximos años. Al menos en lo que creación de empresas se refiere. Según el informe PWC, con estimaciones para 2015, antes de alcanzar esta fecha el sector de la economía colaborativa alcanzará los 300.000 millones aproximadamente; pero con matices, los expertos determinan que más que economía colaborativa será algo similar a la economía de la utilidad y el acceso. Apoyado, en gran medida, por una suerte de avances tecnológicos que mejoran las transacciones, y que por extensión, terminan haciéndolas más baratas. Queda pendiente el estudio que demuestre su capacidad de crear riqueza a largo plazo.
Airbnb, Wallapop, un primer intento de Uber en España o BlaBlaCar son sólo algunos de los ejemplos que mejor definen el denostado concepto de economía colaborativa en España. Desvirtuadas por el entorno, el ecosistema o la legislación han perdido gran parte de su brillo de los primeros días.SamBoat emplea el ecosistema de la economía colaborativa para entrar en un segmento de la población de alto poder adquisitivo
Enfocado en poderes adquisitivos de bajo espectro, la mayor parte de las empresas se han centrado en la búsqueda …