El popular director francés Luc Besson regresa a los cines con una nueva película futurista de ciencia ficción y space opera, que es la primera adaptación de una longeva serie de comics franco-belga.La historieta conocida hoy como Valérian y Laureline apareció por primera vez en la revista Pilote durante el lejano mes de noviembre de 1967, así que se ha pretendido que el estreno de su versión cinematográfica coincida con el cincuenta aniversario de su lanzamiento original, tal vez el momento más oportuno para realizarla por los medios tecnológicos ingentes con que cuenta el séptimo arte hoy en día. Es obra del guionista Pierre Christin, el dibujante Jean-Claude Mézières y la colorista Évelyne Tranlé, y hasta hace una década, la serie se llamaba Valérian: Agente espacio-temporal, nombre que no resultaría comprensible a la vista de la historia de esta adaptación, cuyas más que probables secuelas pueden hacer las delicias de los espectadores los que les apasionan los relatos de viajes en el tiempo, y no son pocos, si Besson juega bien sus cartas.
En sus treinta y cuatro años como director de largometrajes, nos ha ofrecido varias películas famosas y al menos un par consideradas de culto pero, en general, su filmografía carece de demasiado interés; desde El gran azul o Azul profundo (Le grand bleu, 1988) y Nikita, dura de matar o La cara del peligro (1990), su primer filme de culto, hasta la sobrevaloradísima El profesional o El perfecto asesino (Léon, 1994) y El quinto elemento (Le cinquième …