En 1968, George A. Romero llevó el género de terror al siguiente nivel. La llegada de The night of the living dead fue punta de lanza para que los zombis acapararan la pantalla grande hasta el día de hoy. Entre los distintos giros que se le dieron a estas criaturas, se encuentra la mezcla con el género de acción y fue gracias a esto que para 2007 presenciamos una de las muertes más tristes del cine.

Basada en la novela homónima de Richard Matheson y protagonizada por Will Smith, Soy Leyenda nos presenta a Robert Neville, un científico inmune a un virus creado por el ser humano y que cree, es el último hombre en la Tierra. Al ser el único habitante de una Nueva York post-apocalíptica, buscará una cura mientras lucha por sobrevivir en un mundo desolado. Durante su odisea, se verá acompañado por su inseparable amiga Sam.

Alerta de spoilers: A partir de este punto mencionaremos acontecimientos importantes dentro de la película.

La película lejos de querer ser perfecta, funciona como mero entretenimiento que durante sus 101 minutos de duración, mantiene una tensión e intriga constante. Así, este thriller de acción y ciencia ficción logró capturar una escena capaz de traumatizar a toda una generación.

Eso sí, en su año de su estreno, la película recaudó poco más de 585 millones de dólares, convirtiéndose en un éxito taquillero, al tiempo en que resquebrajó el corazón de millones de espectadores.

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