Antes de que el Universo Cinematográfico de Marvel se convirtiera en lo que es hoy, la casa de las ideas vio sus primeros éxitos dentro del séptimo arte a finales de los 90 y principios de los 2000. Blade, X-Men, y Spider-Man fueron esos destellos de taquilla y crítica. Para 2003 Daredevil y Hulk se sumaron, aunque como tropiezos.
Hace más de dos décadas, el ganador del Óscar y director de Secreto en la montaña Ang Lee, plasmó una nueva adaptación cinematográfica del superhéroe esmeralda con Eric Bana, Jennifer Connelly y Nick Nolte en el reparto. Para mala fortuna, la producción se vio eclipsada por una pésima recepción de la audiencia y unos, para ese entonces, revolucionarios efectos CGI.
Entre los divisorios comentarios de los espectadores, destaca la representación de Hulk cuya versión digital generó cierta controversia. Aunque actualmente podemos pensar que fueron hechos con prisa, la película permaneció en preproducción durante casi 12 años, en espera a que la tecnología alcanzara un nivel adecuado para lograr una interpretación digital convincente del héroe.
En una época en la que los efectos digitales como los conocemos estaban en sus inicios, dar vida al personaje representó un desafío colosal. La responsabilidad de este ambicioso proyecto recayó en los estudios ILM (Industrial Light & Magic), quienes tuvieron que superar numerosos obstáculos técnicos para plasmar su fuerza y complejidad emocional.
No obstante, tal tarea también se postró en los hombros …