El valle de lo inquietante es ese punto en el que cuando vemos algo robótico o irreal que se parece a un humano nuestro cerebro nos advierte de que algo falla ahí. De que realmente no es humano, sino que realmente estamos ante algo que se está haciendo pasar por ello. Si en la fotografía que ves aquí arriba no notas nada extraño, no te preocupes, ya que el que suscribe estas líneas tampoco. De un tiempo a esta parte, equipos científicos han logrado romper esa barrera y hacer que algo que no es humano nos lo parezca hasta tal punto en el que pasa por totalmente humano.Y es que el hombre de la fotografía podría ser el padre de algún amigo o amiga, un comediante stand-up (de hecho, a mí se me da un aire a Leo Harlem), o incluso un vecino. Sin embargo, no es nada de eso, es un mero algoritmo creado por una IA que nos representa la imagen de una persona totalmente aleatoria y que realmente no existe. Con el fondo desenfocado y el rostro serio es muy sencillo engañar a nuestro cerebro para que pensemos que realmente es un retrato, pero no es cierto. No es humano.Un estudio ha tratado esto en profundidad y ha descubierto que algunas personas que no existen nos parecen más reales que personas de verdad.Los rostros realistas que nos parecen más verdaderos que los de algunas personasDesde la Universidad de Londres, dos investigadores lanzaron una hipótesis a principio de …