La Policía Nacional hizo pública ayer la desarticulación de un grupo delictivo especializado en la clonación de tarjetas bancarias (conocida como 'skimming') y en el robo de información personal con fines fraudulentos, que habría logrado estafar una suma superior a los 196.000 euros. Los agentes detuvieron a los tres miembros de la banda en distintos municipios de la provincia de Valencia.
La investigación se inició tras la detección de ataques a cajeros automáticos de bancos nacionales mediante la colocación en los mismos de unos dispositivos llamados 'skimmers' —diseñados específicamente para imitar partes de un cajero—, cuyo objetivo consiste en copiar y almacenar los datos contenidos en las bandas magnéticas de las tarjetas bancarias.
Normalmente, la instalación de 'skimmers' va acompañada del uso de microcámaras que permiten capturar el pin en el momento que el usuario teclea la numeración de acceso a su cuenta. Con esta información en su poder, los criminales procedían a clonar las tarjetas, lo que a su vez les permitía realizar transferencias fraudulentas desde las cuentas de las víctimas.
Están acusados de pertenencia a grupo criminal, falsificación de tarjetas de crédito y débito, estafa, falsedad documental, usurpación de identidad y blanqueo de capitales
Además de esta táctica, los delincuentes también empleaban métodos de ingeniería social (como el phishing) para obtener datos personales de sus víctimas. Así, mediante e-mails y sitios web fraudulentos (e incluso mediante llamadas telefónicas) suplantaban a los bancos para convencer a …