La idea de volar ha vivido en el imaginario colectivo desde tiempos inmemoriales; tenemos el mito de Ícaro como ejemplo de ello. En la práctica, pocas personas se animaron a arriesgar su vida con el fin de conquistar los cielos, y uno de ellos fue un erudito andaluz que terminó inventando un prototipo de paracaídas, no sin evitar romperse las piernas.
De nombre Abbás Ibn Firnás, este científico era un apasionado de la curiosidad y el arte. Entre todo lo que le llamaba la atención, tenía un objetivo claro: volar. Para ello, saltó en dos ocasiones desde la torre más alta de la Mezquita de Córdoba.
Abbás Ibn Firnás vivió durante el Califato de Córdoba, en lo que antes se conocía como Al-Andalus y ahora llamamos Andalucía. Se trataba de un hombre sumamente curioso, inventor y artista. Estudió química, física y astronomía, por lo que era todo un conocedor de las ciencias.
Como inventor, se encargó de crear un reloj de agua y dos artefactos de moda en la astronomía del siglo IX: una esfera armilar y un planetario mecánico. Además, era conocedor de las Zīj as-Sindhind, un sistema de tablas con el cual se podía medir la posición del Sol, la Luna y los demás objetos del sistema solar.
Pocas personas tan inventivas como Abbás Ibn Firnás han pisado la Tierra; sin lugar a dudas, era una especie de Leonardo Da Vinci o Galileo Galilei en el Califato de Córdoba, varios …