En 1986, la explosión del reactor 4 de Chernóbil dejó una zona cargada de radiación. Sin embargo, científicos encontraron un "hongo negro" que no solo sobrevivía, sino que crecía hacia las fuentes de radiación más intensas, prosperando en uno de los entornos más peligrosos de la Tierra.
Los hongos son, sin lugar a dudas, una de las formas de vida más enigmáticas de nuestro planeta. Sobreviven en la Estación Espacial Internacional, en las profundidades del océano, dentro de volcanes y, cómo no, en el interior de la sala del reactor nuclear que estalló en Chernóbil. ¿Cómo es que este hongo logró sobrevivir en uno de los sitios más inhóspitos para la vida?
El hongo que "come" radiación
De acuerdo con una publicación de The Biologist, a finales de los años 80, un grupo de científicos ucranianos viajó a la cicatriz más profunda de su país: Chernóbil. Tan solo unos años antes, el reactor 4 de la planta nuclear colapsó, causando una gigantesca catástrofe nuclear.
Aquello fue todo un acontecimiento en el mundo de la micología. Habían encontrado una forma de vida capaz de habitar una región altamente radiactiva y no solo eso, se trataba de una seta que comía radiación. Tal como comenta Tom Ireland de The Biologist:
"En los siguientes 15 años, se aislaron miles de cepas de diferentes especies de hongos del sitio de Chernóbil, muchas de las cuales crecían hacia fuentes de radiación ionizante e incluso parecían capaces de …