Lo admito, el realismo mágico me tiene arto. Después de un breve coqueteo con el género en la adolescencia, descubrí que en la mayoría de las ocasiones eran novelas para eso, la adolescencia. Así que prometí, apenas superando los 18, no volver a leer otro libro del género. Y sin embargo... caí.
Una tarde de enero de hace más de 5 años, mientras perdía el tiempo en una central de autobuses, me encontré con una pequeña feria del libro itinerante con grandes descuentos. Era algo casi milagroso, sobre todo porque reconocí varios textos que, en El Péndulo, Gandhi o El Sótano, costarían hasta el triple del precio.
Entre la decena de libros que logré comprar sobresalía uno que me llevé por el simple hecho de que me intrigó su título: La maravillosa vida breve de Óscar Wao. El nombre remitía a películas serie B, cuentos Pulp y varios cómics de la edad de plata, pero dudaba que tuviera algo que ver con eso. ¡Qué equivocado estaba!
El texto de Junot Díaz es una joya, una mezcla de libro de historia de Santo Domingo, un recorrido por la vida de una familia, una historia de brujería y maldiciones, una concatenación de leyendas urbanas, guiños a la ciencia ficción y un pequeño nerd entrañable y enamoradizo, todo aderezado con incontables referencias a la cultura popular, sobre todo a los cómics y a la literatura fantástica. Y, lo mejor, está increíblemente bien escrito, y mezcla por momentos literatura de aventuras, terror, ciencia ficción, costumbrista, comedia y …