Si te gusta el cine de terror con un enfoque psicológico y una historia que juega con la delgada línea entre la realidad y la ficción, no te puedes perder este filme del año pasado, protagonizado por el ganador del Oscar por Gladiator. Él es el mismísimo Russell Crowe, por supuesto, cuya escalofriante transformación a lo largo de la película te hará dudar constantemente de lo que es real y lo que no, al más puro estilo Shutter Island.Una curiosidad notable es que el director, Joshua John Miller, es hijo de Jason Miller, el actor que interpretó al padre Karras en la mítica El exorcista (1973). Esta conexión aporta un toque personal y una mirada diferente a la película, con referencias y un aire de homenaje al clásico de terror. Pero esta no es la típica historia ambientada en una iglesia o un convento, donde un sacerdote tiene que luchar contra un demonio: esta cinta se mete de lleno en el mundo del cine y la actuación, literalmente, dándole un enfoque diferente dentro del género de posesiones.Luces, cámara… ¡y exorcismo!La trama sigue a Anthony Miller (Russell Crowe), un actor que busca relanzar su carrera en una nueva película de terror sobrenatural, después de haber luchado contra sus adicciones en un pasado bastante problemático. Sin embargo, a medida que avanza el rodaje, su comportamiento se vuelve errático y perturbador, lo que genera preocupación en el equipo de producción y en su hija (Ryan Simpkins), quien se pregunta si su padre está …