La UE obligará a los fabricantes de smartphones a abrir sus dispositivos a las tiendas de aplicaciones de terceros a partir de enero de 2024, y más tarde hará obligatorio el USB-C para los dispositivos electrónicos portátiles a partir de finales de 2024.
Sin embargo, la cosa no acaba ahí. Ahora ha alcanzado un acuerdo provisional que exigirá que los dispositivos portátiles tengan baterías sustituibles por el usuario.
El acuerdo abarca baterías de casi todos los tamaños: baterías portátiles, baterías de arranque, alumbrado y encendido para vehículos (baterías SLI), baterías de medios de transporte ligeros (LMT, por sus siglas en inglés, pensemos en scooters y bicicletas eléctricas), baterías de vehículos eléctricos (EV) e incluso baterías industriales.
Si se aprueba, esta legislación dará a los fabricantes 3 años y medio para adaptar sus dispositivos portátiles de tal forma que los usuarios puedan extraer y sustituir fácilmente sus baterías.
Las baterías sustituibles por el usuario solían ser la norma en los smartphones, pero hoy en día no son nada frecuentes. Aunque técnicamente sigue siendo posible utilizar baterías sustituibles, el aprovechamiento del espacio es inferior respecto a aquellas que no se pueden extraer.
Por otro lado, los teléfonos plegables pueden suponer un reto, ya que a menudo cuentan con dos baterías separadas, una en cada «mitad» para equilibrar el espacio y el peso. Se conectan con cables tipo cinta, por lo que conseguir un diseño que permita un fácil acceso a los usuarios será difícil. L
Cada pila deberá llevar etiquetas y códigos QR con información sobre su capacidad, …