En la era de los vuelos low cost, sigue habiendo un aura de romanticismo en torno al ferrocarril. El tren es cómodo, puntual y te lleva del centro de una ciudad al centro de otra. Pero lo mejor está al otro lado de la ventana: kilómetros y kilómetros de paisajes para disfrutar con la cabeza apoyada en el cristal.Read more...