"Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes" — Confucio.
El método de las 5S es otro de los maravillosos legados que nos ha dejado la revolución empresarial de los años 60. Se trata de un conjunto de buenas prácticas para llevar un sistema de trabajo a su estado más eficiente y mantenerlo así en el tiempo. Forma parte del método Toyota, aplicado en la expansión japonesa tras la Segunda Guerra Mundial como alternativa a la cadena de montaje de Henry Ford.
Las 5S han tenido una amplia difusión y son numerosas las organizaciones que lo utilizan, sobre todo del tipo de empresas industriales, de servicios, hospitales, centros educativos o asociaciones. El método también fue adaptado posteriormente en occidente bajo el término inglés, Lean Manufacturing o Just In Time (JIM) y este sí se ha explicado más para aplicarlo personas independientes. Aunque es fundamentalmente lo mismo.
Su nombre, 5S, proviene de las primeras letras de las palabras japonesas que conforman los cinco puntos a seguir para aumentar el orden y la eficiencia del lugar de trabajo con el objetivo de incidir positivamente en la productividad. Las palabras son: ’seiri’, ‘seiton’, ‘seisō’, ‘seiketsu’ y ‘shitsuke’; y significan: Clasificar, ordenar racionalmente, eliminar la suciedad, estandarizar y mantener la disciplina.
Lo cierto es que, como se apreciará, las 5S se pueden aplicar a cualquier cosa, aunque estén pensadas para una empresa, también pueden usarse en tu oficina personal, un espacio que nada tenga que ver con el trabajo, …