Las aplicaciones de mensajería «que otrora fueron simples servicios para el intercambio de mensajes, imágenes, vídeos y gif animados, se han convertido en ecosistemas en expansión con sus propios desarrolladores, apis y aplicaciones.» Tienen mayor capacidad que las redes sociales para retener a los usuarios que cada día les dedican más tiempo que a la mayoría de las demás aplicaciones móviles.

Tanto es así que, según Business Insiders, las aplicaciones de mensajería ya superan en el número de usuarios y en la actividad mensual a las principales redes sociales —en ambos casos, cifras combinadas. Además las apps de mensajería se están estableciendo como el principal vía de comunicación y el modelo de conversación más utilizado entre personas y entidades, entre personas y marcas, personas y personas, personas y bots, personas y ordenadores o asistentes... Y también para comunicarse con uno mismo.

Así que hace unos meses meses me pareció apropiado enviar un texto para la revista GQ como un puñado de mensajes de texto.
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