En 2005, el danés Nicolai Fuglsig grabó una película publicitaria para los televisores Bravia de Sony. Fueron dos minutos y medio sumamente caóticos y divertidos, que se convertirían en un minimetraje icónico. Era una idea loca: lanzar miles y miles de pelotas de goma rebotando por las empinadas calles de San Francisco. Todo bajo un título: Colour like no other.
El equipo de filmación tuvo que prepararlo todo meticulosamente: acordar las condiciones con los residentes, las autoridades de la ciudad y las aseguradoras. En varias ocasiones se prohibió el uso de los cañones lanza-pelotas por los ruidos que causaban; además de esto tenían contratados varios seguros en caso de causar desperfectos.
Rodado con una excelente fotografía y ocho cámaras necesitaron cuatro días para la filmación, a los que siguió un selecto montaje. El hecho es que todavía a día de hoy se considera uno de los mejores diez anuncios de la televisión, y estaría en casi cualquier Top 10 que se hiciera en ese sentido.
En SF Gate han recuperado la historia tras el anuncio más inolvidable de la historia de San Francisco, donde se mencionan todas estas cifras:
Presupuesto: 1 millón de dólares.
Se usaron 250.000 pelotas de goma.
El coeficiente de restitución de las pelotas era 0,92.
En las primeras pruebas se rompieron 5.000 pelotas.
Cada cañón lanzador podía almacenar 25.000 pelotas.
Se usaron 6 cañones en la primera ubicación y otros 6 en la segunda.
La velocidad máxima de algunas pelotas fue de unos 160-210 km/h.
Muchas salieron rebotadas hasta tres manzanas y otras …