El auge de la IA ha supuesto una brisa de aire fresco en el sector de la tecnología. En la actualidad, todo parece integrar funciones o características basadas en inteligencia artificial. Las empresas que compiten en este sector se pueden contar con los dedos de una mano, siendo Google, OpenAI y Meta las tres principales. Pese a los avances y las posibilidades de la IA, muchos usuarios no tienen en cuenta uno de sus principales problemas: el consumo y las emisiones.Sí, entrenar los modelos de IA genera tanto un consumo elevado como aumenta las emisiones de carbono. Los centros de datos pueden llegar a consumir más electricidad que países enteros, siendo algo que se estima al calcular la totalidad del gasto energético de todos estos centros de entrenamiento. Muchas de las empresas se comprometieron a reducir sus emisiones, pero su apuesta por la Inteligencia Artificial ha hecho que esta promesa no se cumpla. Google es una de estas empresas que desde su incursión en el sector de la IA ha aumentado en un 50% sus emisiones.La compañía de Mountain View ha publicado un informe en el que reflejan sus datos relacionados con el consumo energético, su apuesta por fuentes renovables y las emisiones realizadas. En este documento se puede comprobar con todo detalle lo que ha cambiado y, sobre todo, ha empeorado en comparación los datos publicados en 2019. De hecho, Google parece no estar lista para poder hacer frente a su propuesta de reducir a cero sus emisiones en …