Las frases espurias se han convertido en una auténtica lacra en la era de las redes sociales. Aquí tenéis las más difundidas.
La atribución errónea de textos y declaraciones no es en absoluto un fenómeno reciente, de la era de las redes sociales, y por lo general, no esconde ningún tipo de pretensión deshonesta de aquellos que las iniciaron ni de quienes contribuyen desde entonces a su propagación. Pero hay casos en los que algunos individuos han querido aprovecharse del respeto que se tiene por determinadas personas, ganado con esfuerzo, para legitimar sus propias mediocridades. Y, si bien el rey de la falsedad en frases atribuidas es el científico Albert Einstein, probablemente por la gran reputación que le otorgan su inteligencia y sus aportaciones, muchos otros han sufrido la misma lacra.
La atribución errónea de textos no es un fenómeno reciente ni, por lo general, esconde pretensiones deshonestasPor ejemplo, el filósofo griego Sócrates (c. 470-399 a. e. c.) ni dejó nada escrito ni pronunció nunca estas palabras: “Conócete a ti mismo”, sino que es lo que podía leerse en el pronaos del templo dedicado a Apolo en Delfos. Ni su discípulo Platón (c. 427-347 a. e. c.) tuvo la elocuencia para señalar que “sólo los muertos han visto el final de la guerra”, sino en 1922 el escritor español George Santayana en las páginas de Soliloquios en Inglaterra y soliloquios posteriores. Y al diplomático florentino Niccolò Machiavelli (1469-1527) de ninguna manera se le ocurrió afirmar en El príncipe, su ensayo de …